Powered By Blogger

jueves, 12 de diciembre de 2013

Vivencias con el Ciego


¿ Conocéis al hombre del bastón que sale junto a mi en la foto? Pues es el ciego, con el viví muchas aventuras. ¡Recuerdo la primera jugarreta que me hizo como si fuera hoy! Estábamos junto a una estatua de un toro y me dijo que juntara mi oído con el suyo para oír un sonido dentro. Cuando sintió que estaba junto al toro me dio un cocazo contra la cabeza de piedra del toro. ¿Qué malo no?

Su oficio era el de curandero. Sabía mil y una recetas para curar todos los dolores. Pero a pesar de ganar bastante dinero era muy tacaño y me daba poco de comer. Entonces yo tuve que aprender a hacerle trampas para poder comer algo. Por ejemplo, tenía un botijo para beber vino pues al principio antes de que el lo cogiera para beber yo bebía dos tragos y luego se lo daba. Sin embargo, el se dio cuenta y ya no me lo daba nunca. Por lo que fabriqué un paja para sorber el vino sin que se diera cuenta. ¡Y aún eso no fue lo peor! También se dio cuenta de esto y tapaba el vino con las manos siempre. ¡Lo que me faltaba! Claro está que no me iba a quedar así. Decidí hacer un agujero por debajo del jarrón y acurrucarme en sus piernas para poder beber como la imagen de debajo.

El problema vino cuando notó que le faltaba vino. Investigó y se dio cuenta del agujero. ¡Me rompió el jarrón en la cabeza!

Pero esa no fue la única jugarreta. Tuve otras también: una vez mientras él comía uvas de un racimo de dos en dos yo se las robaba de tres en tres, le cambié una longaniza por un nabo y muchas cosas más. Pero el las contaba a la gente y todos reían de lo listillo que yo era. Hasta que un día de lluvia me dijo que le llevara a la parte más estrecha de un arroyo para cruzarlo de un salto. Ya yo estaba cansado de que me tratara mal y lo coloqué delante de una columna. Entonces le dije que ya estaba y cuando saltó se dio de frente con ella cayó al suelo. Momento que yo aproveché para huir de él a otro pueblo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario